Infraestructura
Contexto actual

La infraestructura es clave para el desarrollo, la conectividad y el acceso a servicios esenciales como agua, salud y transporte. Sin embargo, en Perú, esta promesa convive con brechas profundas y una baja ejecución del presupuesto.
Se estima que el déficit de infraestructura supera los 165 mil millones de soles y que más del 40% de la inversión pública en este rubro está paralizada o sin ejecutar.
Desde Saber para Crecer queremos visibilizar cómo la inversión en obras públicas puede convertirse en motor de desarrollo real cuando se gestiona con transparencia, y participación ciudadana.
Regiones
Piura y La Libertad
Ambas regiones enfrentan altos niveles de vulnerabilidad ante desastres naturales. La reconstrucción tras El Niño Costero evidencia lentitud, burocracia y falta de enfoque territorial. Obras prometidas siguen inconclusas o sin iniciar.

Lima y Callao
Concentran la mayor parte de los megaproyectos del país, como la Línea 2 del Metro o el Aeropuerto Jorge Chávez. Si bien son polos de inversión, también lideran en casos de sobrecostos, retrasos y escasa transparencia en procesos de contratación pública.
Cusco
A pesar de su importancia turística y cultural, la región enfrenta carencias en infraestructura vial y de saneamiento. Proyectos de conectividad han sido detenidos por conflictos sociales o mala gestión de fondos.
Saber Más
La infraestructura pública debería conectar, proteger y mejorar la calidad de vida. Pero para lograrlo, requiere planificación real y ejecución eficiente. Aquí exploramos los avances, problemas y oportunidades en este sector.
Proyectos emblemáticos y
beneficios de inversión
La cartera de proyectos públicos y privados en infraestructura suma más de 100 mil millones de soles, según ProInversión. Grandes obras portuarias, de transporte o infraestructura en general son claves para dinamizar la economía y generar empleo.
Aun así, muchos de estos beneficios se diluyen por falta de transparencia y una gestión eficiente.
Conflictos actuales
Los conflictos por infraestructura no siempre son tan visibles, pero existen: desde comunidades que no fueron consultadas, hasta zonas afectadas por obras inconclusas o mal ejecutadas.
La percepción de corrupción y falta de transparencia alimenta la desconfianza ciudadana.
Desafíos estructurales
El déficit de infraestructura afecta principalmente a las zonas rurales. Además, la corrupción en contrataciones públicas sigue siendo una barrera para el desarrollo. Sin mecanismos de fiscalización sólidos, el riesgo de ineficiencia y daño ambiental se mantiene alto.